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¿Vuelta a la rutina? Poner tu casa en orden evitará el síndrome postvacacional

Hay un momento para cada cosa y todo comienzo o fin tiene su lado positivo. Por eso, el fin de las vacaciones no tiene por qué vivirse con tristeza o estrés. También es bueno reencontrarnos con todas las personas y cosas que forman parte habitual de nuestra vida. Volver a empezar siempre supone un reto que requiere preparación para poder afrontarlo con la máxima fortaleza e ilusión. 

Uno de los pilares fundamentales que nos va a llenar de energía positiva para entrar con buen pie en la rutina diaria es poner en orden nuestra casa para que el regreso no sea estresante. Es muy útil planificar con un poco de antelación las tareas que son necesarias para retomar nuestras rutinas. En este artículo vamos a darte algunos consejos para que, en lugar de verte envuelta en un aterrizaje forzoso, puedas contar con un periodo de transición que te lleve de una manera más amable a adéntrate en la normalidad del día a día.

En primer lugar, establece un orden de prioridades que te permita organizar en tu cabeza todas las cosas que hay que hacer. Nosotros empezaríamos por la ropa. Si la incorporación al trabajo es inmediata, lo primero es organizar vuestros armarios. Es hora de dejar a un lado las prendas estivales más informales, revisar la ropa de vestir, comprobar su estado e ir de compras si crees que necesitas renovarla o ampliar tu vestuario. Aprovecha para deshacerte de toda esa ropa, calzado y complementos que nunca te pones y que está ocupando un espacio que no te sobra. Organizar también es desprenderte de cosas que no sabes por qué las sigues guardando. El momento de la vuelta a casa es ideal para hacer sitio y renovar nuestro fondo de armario. Haz lo mismo en las habitaciones de los niños porque, además, seguro que en el verano han dado un buen estirón.



El segundo punto importante en tu planning es limpiar la casa. Suena peor de lo que luego va a ser porque, si la has tenido cerrada, normalmente solo requerirá un repaso general. No obstante, hay quien aprovecha para hacer una limpieza a fondo aprovechando que llegamos descansados y con energías renovadas. Sea de una manera u otra, ponerla a punto es fundamental porque no hay orden sin limpieza.

En tercer lugar, al igual que has hecho con la ropa, revisa el interior de librerías, mobiliario de despacho y el resto de muebles que utilices para el almacenaje. Aplica el mismo principio y deshazte de lo inservible. Seguro que guardas montones de trastos y papeles atrasados. Libérate de ellos y te sorprenderá lo bien que te sienta y el espacio que va a quedarse libre. Y lo mismo ocurre con la ropa de cama y las toallas. Si están muy usadas, retíralas y date el capricho de cambiarlas por otras de estilo distinto que impriman un aire nuevo a tus cuartos de baño o a tus dormitorios. Es también momento de comprobar si las mantas, edredones o colchas que requieren tintorería está listos o habría que llevarlos a limpiar para encarar el otoño. 

 En cuarto lugar, céntrate en la cocina. Merece especial atención. Pero hazlo sin prisa y sin agobios. No hace falta que te metas a fondo con ella el primer día. Pero sí planifica un buen repaso que incluye la nevera, el microondas y el horno. 

Y ya por último, ocúpate del salón. Es el principal espacio común de la casa y eso siempre le pasa factura. Empieza por fijarte en el estado de las cortinas o alfombras y en el tapizado de los sofás. Haz una lista de las cosas que necesitan una limpieza o una renovación. Quizás sea el momento de acometer esos cambios de mobiliario en los que llevas pensando tiempo, pero nunca te terminas de decidir. 



Prueba a escribir esta lista de tareas por el orden que te hemos sugerido, o cualquier otro si te resulta más cómodo. Lo importante es volcarlo sobre el papel o en notas de tu móvil para que puedas tener una mayor claridad mental y, sobre esa base, planifiques de manera ordenada el tiempo. No olvides involucrar a toda la familia, que la casa es de todos y repartir el trabajo supone acabar antes. Este nuevo punto de partida posvacacional también te puede ayudar a crear buenos hábitos, por ejemplo, estableciendo zonas de rutina donde dejar siempre enseres como las mochilas de los niños, los zapatos, o una agenda compartida en la que anotar citas o acontecimientos importantes. En este caso, el mueble de la entrada es un lugar ideal si decides crear este nuevo hábito.



Un consejo más sobre el momento clave de la llegada. No pretendas volver a la normalidad de golpe después de la libertad y la mayor despreocupación que te dan las vacaciones. Hazlo todo sin apremio. Respecto a las comidas, no te compliques. Haz menús semanales con platos fáciles de preparar. Y resérvate cada día un tiempo para el autocuidado. Así evitarás saturarte nada más llegar, además de ser un hábito cien por cien recomendable en cualquier época del año.

Como verás, evitar el estrés y la ansiedad de la vuelta a casa en realidad no es tan difícil. Es más, ten presente que la vuelta a casa puede ser una etapa llena de posibilidades, nuevos proyectos e ilusiones renovadas junto a tu gente más querida. En unos días, conseguirás volver a estar en sintonía con tu hogar de siempre, ese lugar acogedor y especial que no se parece a ningún otro porque es el tuyo. Y es único.

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