
Imagina por un momento una casa sin armarios. Sería impensable, ¿verdad? Su importancia es incuestionable. Por eso es tan necesario planificar bien cuántos y de qué tipo nos hacen falta para guardar todas nuestras cosas y poder mantener un ambiente ordenado que nos haga estar a gusto y nos aporte tranquilidad.
Al elegir un armario, es clave considerar principalmente tres cosas: el estilo de la vivienda, un cálculo de la cantidad de pertenencias de todos los miembros de la unidad familiar y el espacio disponible. Sobre estos ejes deberá girar tu elección para que consigas el mejor resultado. Como mínimo, una casa ha de tener un armario en cada dormitorio, aunque lo ideal sería, siempre que las condiciones de nuestra vivienda nos lo permitan, contar con alguno más, por ejemplo, en la entrada. Son muy útiles para guardar prendas voluminosas como abrigos, chaquetas o chaquetones. También puedes reservar ese espacio para algunos de los múltiples enseres domésticos -como la tabla de planchar, la aspiradora o el carro de la compra- o usarlo para crear un escobero o guardar maletas, por ponerte solo algunos ejemplos. Hay pasillos que también admiten armarios poco profundos o empotrados.
En cualquier caso, para no arrepentirnos después, es fundamental planificar desde el principio su diseño, tanto externo como interno, así como definir bien su distribución, además del tipo y tamaño de las lejas o los cajones. No pienses solo en la ropa, sino también en accesorios como los zapatos, corbatas, pañuelos o bolsos.
En general, existen cinco tipos de armarios:
Armario modular:
Es el más práctico, porque te permite elegir más o menos piezas a tu gusto en función de vuestras necesidades. Además, siempre puedes ampliarlo con algún modulo más si te hiciera falta en el futuro.
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Armario esquinero:
Su principal ventaja es que vas a poder aprovechar todo el espacio, incluido el hueco de la esquina.
Armario a medida:
Lo bueno que tiene es que va a ser a la carta, es decir, ajustado hasta el último detalle a tus preferencias en cuanto al estilo y al espacio exacto del que dispones. Este tipo piezas suelen ser más habituales en habitaciones cuya superficie es irregular o cuentan con un espacio de características muy determinadas que condicionan su tamaño.
Armarios empotrados:
Desde luego, si puedes elegir, este tipo está en el top de los recomendados. Al estar metido dentro de la pared, no le quita ningún espacio a la habitación y aumenta, pues, sus posibilidades de uso. Así, pueden tener cabida otros muebles o, simplemente, podrás disfrutar de una sensación de mayor amplitud visual. Normalmente vienen así de obra, pero si tu vivienda no los tiene, siempre puedes plantearte reformar la habitación para darles cabida.
Armario vestidor:
Y hemos dejado para el final lo que para muchos es un sueño. Tener un vestidor en nuestro dormitorio, además de ser muy funcional, aporta una estética al conjunto del dormitorio muy elegante y agradable. Cuantos más compartimentos de diferentes tamaños y funciones tengan, mejor será el resultado tanto a nivel práctico como visual. Es cierto que, en determinados tipos de casas, no es posible disponer del espacio necesario que se requiere, pero si existe alguna posibilidad de hacer una reforma que te permita crearlo, seguro que valdrá la pena. Eso sí, ten en cuenta que si eliges un modelo de vestidor abierto, es decir, sin puertas que lo separen del resto del dormitorio, tienes que extremar el orden porque forma parte del mismo espacio donde está la cama y el resto de elementos de la habitación.

Si necesitas ver in situ distintos ejemplos, no dudes en acercarte a nuestras Instalaciones. En La Mueblería tenemos una amplia superficie de exposición que puede ayudarte mucho a planificar y decidir. Además, nuestro equipo de asesores podrá plantearte distintas opciones en función de tus necesidades particulares. Te esperamos donde siempre, en avenida de Novelda 273, Alicante.
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