Una de las tendencias que ha despuntado este año en muchos proyectos de interiorismo ha sido la apuesta por las
maderas oscuras. Se trata de una opción que es, a la vez, arriesgada y segura. Arriesgada porque el indudable protagonismo de estas piezas puede eclipsar los elementos que las rodean con el riesgo de caer en ambientes demasiado oscuros o pesados. Pero al mismo tiempo es una
apuesta segura porque, usada en su justa medida -y para eso están los profesionales- es una madera que aporta una
elegancia, una calidez y un grado de sofisticación sin competencia. Por eso es una moda que, aunque a veces parezca que da un paso atrás y se queda como rezagada frente a otros estilos más ligeros, siempre está latente porque, tarde o temprano, regresa.
En este artículo vamos a contarte cómo podemos dar a los muebles de madera oscura el protagonismo que merecen sin recargar demasiado los ambientes. Para empezar, elige bien el tipo de madera. Es verdad que todas pueden oscurecerse con los tintes apropiados, aunque lo ideal sería optar por maderas que sean así de origen. El nogal, la caoba o el ébano son de una belleza natural arrolladora. Pero también te aconsejamos el palisandro, el cerezo o el roble oscuro. Cada una con sus peculiaridades, son excelentes opciones e igualmente nobles y elegantes.
Primera advertencia: la estancia ha de tener una buena luz natural que contrarreste durante el día la oscuridad propia de estos muebles. Te recomendamos colocar visillos en las ventanas o puertas de acceso a la terraza, pero si prefieres una buena cortina o los estores, procura al menos que sean bastante traslúcidos. Sin duda la luz es un elemento corrector que te será muy útil. Coloca más puntos de luz de lo habitual y elige bombillas de una cierta intensidad, sobre todo para las lámparas de ambiente. Juega con la luz blanca y cálida en distintos puntos hasta crear la sensación visual deseada en cada momento. No es lo mismo que estéis sentados a la mesa a que estéis por la noche viendo un rato la televisión.
Nuestro siguiente consejo es la búsqueda del equilibrio. Demasiados muebles oscuros pueden saturar la estancia y si son pocos, pasarán desapercibidos. Ten en cuenta que no estamos hablando solo de un material, sino más bien de un estilo y, por lo tanto, ha de reflejar la personalidad que lo define.
Por ejemplo, si lo que planeas es decorar tu salón con muebles oscuros, piensa que la idea "menos es más" puede serte de gran utilidad. Siguiendo ese principio, te proponemos la elección de tres elementos básicos: el mueble de salón -evitando que sea muy voluminoso-, la mesa de comedor -quedan muy bien si incorporan una tapa de cristal- y un mueble auxiliar con personalidad -por ejemplo, una mesa rinconera, un aparador, una consola a espaldas del sofá o un escritorio ligero-. Partiendo de esas piezas clave, los restantes elementos han de estar compuestos por materiales claros, incluidas las tapicerías, los cojines de los sofás o las alfombras. Así, ese contraste te permitirá aminorar fácilmente el posible "efecto penumbra".
El color del suelo y de las paredes también es muy importante a la hora de enfatizar o aligerar la sensación de oscuridad. Depende de ti y de tus gustos modelar la intensidad, pero, en general, es preferible que ambos no sean oscuros. Uno de los dos ha de aportar luminosidad, propiciar el contraste y evitar que, a nivel visual, el conjunto pese demasiado. Si optas, por ejemplo, por un suelo de madera oscura, el color de las paredes ha de ser claro- un blanco roto, un beige, un gris tenue o colores arena suaves, por ejemplo-. También puedes elegir lo contrario. Un suelo claro que refleje la luz y un tono más oscuro -aunque no excesivo- para las paredes.
Un consejo más: ante la duda, elige la sencillez. Los muebles de líneas rectas y sencillas pueden ser buenos aliados para poder alcanzar el equilibrio necesario.
En La Mueblería llevamos tiempo incorporando la madera oscura a nuestras colecciones porque sabemos que su elegancia y su fuerte personalidad son atemporales. Tradición y modernidad, en el mundo de la decoración, no están reñidas. De hecho, combinar ambos aspectos no solo es posible, sino, en muchos casos, aconsejable. Si necesitas una orientación extra, acércate a nuestras instalaciones y seguimos hablando. Nos encontrarás donde siempre, en Avenida de Novelda, 273, Alicante.
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