Pese a parecer evidente, son pocas las personas que ventilan regularmente los armarios de sus hogares. Esto es fundamental y el primer paso antes de aplicar cualquier producto o aromatizante. Lo mejor es hacerlo
, dejando abiertas las puertas y los cajones, al igual que las ventanas, para que circule el aire.
Una buena limpieza a fondo al menos cada un par de meses es un recurso efectivo contra los malos olores.
Un paño de microfibra húmedo con agua, algún producto de limpieza especial, vinagre blanco o jugo de limón es suficiente. También es buena idea incorporar aceites esenciales para renovar el aroma. Se debe prestar especial atención a las esquinas del
mueble, ya que es donde más se pueden acumular la humedad o el moho.
3. Lavar ropa a menudo y airearla
Aquellas prendas de ropa que no se lavan con frecuencia, al estar apretadas en un espacio pequeño y cerrado absorben los olores. Por ello es importante, además de meterlas cada cierto tiempo en la lavadora, ventilarlas dejándolas colgadas o expandidas en un sitio abierto. Tomarse el tiempo de hacerlo puede marcar la diferencia y ahorrarte dolores de cabeza.
4. Aromatizantes y soluciones naturales
Los saquitos de lavanda y romero son un clásico de toda la vida muy eficaz para renovar los aromas de los espacios cerrados. Sin embargo, estas fragancias tan agradables pueden volverse agobiantes si se las utiliza en exceso, por lo cual la clave está en el equilibrio. Colocar arroz o café en bolsitas es otro truco casero para absorber la humedad y prevenir los olores que se aferran a la ropa. El uso de bicarbonato de sodio, sal marina y carbón activo, siempre que se renueven una vez por semana, también son alternativas efectivas.
5. Deshumidificadores para armarios
El deshumidificador para el armario es un producto que se cuelga junto con las perchas o se apoya en cualquier superficie y cumple la función de absorber la condensación de moho, evitando la aparición de humedades. El inconveniente es que la mayoría no pueden reutilizarse y que no sirven si el moho ya se ha expandido. Es decir, contribuyen a prevenir su aparición, pero no lo eliminan. Para ello se debe aplicar el método mencionado anteriormente en relación a la limpieza. Hay varios tipos y modelos de deshumidificadores, muchos de ellos con aromas específicos, por ejemplo de lavanda. Algunos son recargables, ya que funcionan con batería y almacenan el agua que absorben en un depósito.
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