Ninguna época del año se parece a la Navidad. Cuando llega diciembre, el aire se vuelve distinto. También nuestra forma de mirar y de sentir. Es un tiempo de agradecimiento, por tantas cosas buenas vividas y con la esperanza puesta en un futuro también amable y feliz. Buscamos más que nunca la cercanía de nuestra gente querida y nos entran ganas de vivir sin tantas prisas, de estar juntos, de hablarnos, de ser más tolerantes, de escucharnos más.
Y aunque en lo principal, todas las navidades tienen el mismo significado, celebramos el nacimiento del Niño Dios, cada pueblo, cada ciudad lo vive de una manera especial.
En Alicante presumimos de poder disfrutar las fiestas con una temperatura cálida y agradable que invita a salir y empaparnos del ambiente festivo, las luces, y el trasiego de nuestras calles. Pero eso sí, el rey de todos los lugares, en estas fechas, es nuestro hogar. Y en particular, los encuentros que celebramos alrededor de la mesa.
Hemos pensado que podría serte útil algunos consejos para crear durante estos días el mejor rincón dulce y la mejor mesa de comedor.
Los alicantinos llevamos con orgullo ser la cuna del turrón, por lo que el rincón dulce, tan esperado por los más golosos de la casa (mayores y pequeños) ha de tener como protagonista indiscutible este manjar. Ya que estamos en el lugar de origen de tan particular dulce, dejemos que la tradición presida ese espacio con los auténticos turrones de Jijona y Alicante, también conocidos como el blando y el duro. Un placer único para los sentidos: su olor, textura y color característicos nos hablan de almendra y miel, de artesanía centenaria, de cosas que no cambian. Junto a ellos, todos los demás: yema tostada, chocolate, y todas las variedades que nos ha traído el discurrir de los años y la innovación continua de los maestros artesanos. En ese rincón dulce no pueden faltar las peladillas de Alcoy. Con su capa blanca y crujiente, son pequeñas joyas que decoran la mesa y despiertan nuestros mejores recuerdos de infancia. Y para acompañar, imprescindible ofrecer la mistela alicantina, ese licor dulce, dorado, que al servirlo perfuma el ambiente con ese olor tan característico a uva madura y azahar.
Imagina todo eso dentro de un aparador con elementos a diferentes alturas: colócalo sobre cajas de madera natural, bandejas doradas o plateadas, y pequeños ramilletes de eucalipto o romero que aromatizan suavemente el aire. Entre ellos puedes colocar bolas de navidad de diferentes tonos en sitios determinados. Su colorido dará mucha alegría al conjunto. También puedes optar por una vitrina iluminada con guirnaldas de luces cálidas que alumbrarán los turrones y dulces artesanos como si fueran tesoros. Exhibir la vajilla y cristalería que reservas para las comidas y cenas más especiales, supone también un recurso de decoración muy elegante y evocador.
Una mesa de rincón o supletoria puede servirte igualmente durante estos días como improvisado rincón del dulce. Lo importante es que intercales las diferentes bandejas o cuencos con elementos de decoración navideña. También puedes cubrirla con un mantel o tela de motivos festivos. Deja volar tu creatividad. Seguro que te sorprende el resultado y logras crear espacios cálidos, originales, acogedores y funcionales a la vez.
Vamos a centrarnos a continuación en la mesa de comedor: la estrella indiscutible de las comidas y las cenas. En este caso, elige detalles decorativos que eleven su condición y la conviertan en el centro de atención que merece la ocasión y tus invitados. Ha de destacar por su elegancia y armonía visual.
Los manteles en tonos tierra, arena o terracota evocan la calidez mediterránea y suponen una base óptima para armonizar colores o, al contrario, crear contrastes sin riesgo de extravagancias. Los dorados, plateados, verdes y rojos brillantes tan propios de la decoración de estas fechas, resaltaran bien sobre esos tonos de fondo.
Un centro de mesa hecho con velas bajas, piñas, muérdago y fruta fresca -mandarinas, granadas o uvas- te permitirá dar un toque sofisticado y personal que te recomendamos. Para estas composiciones también puedes recurrir a las tradicionales castañas y nueces. Asimismo, unos candelabros colocados estratégicamente a lo largo de la mesa alumbran y decoran a un tiempo sin ocupar mucho espacio. Son únicos para crear ambientes que nos sitúan en épocas pasadas. Y otro elemento fundamental: tener una vajilla, cubertería y cristalería especial supone un elemento de decoración y buen gusto muy importante que vale la pena mimar y reservar para este tipo de encuentros.
Recuerda que contar con una mesa extensible te permite ampliarla cuando es necesario. Siempre os recomendamos optar por este tipo de mueble. Es muy útil y va a darte tranquilidad saber que puedes contar con más plazas cuando hay comensales extra.
Es cierto que decorar tu mesa navideña es algo muy personal. Y debe ser así, porque cada familia es un mundo. Las tradiciones nos unen, pero cada uno las vive a su manera. Igual que los recuerdos. Nosotros, desde La Mueblería, solo te damos ideas y te orientamos en aquello que necesites. Pero tú eres quien creas tu propio escenario. Lo importante es que, para ti, sea perfecto.
